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jueves, 3 de mayo de 2012

Objeto, Alcance y Clientela

Cuando, al analizar la Calidad y la Excelencia Política, asimilamos sus actividades con la Empresa, establecimos las excepciones aplicables a la acepción más usual del término (Empresa privada), la cual es la que se asume en el blog empresarial:

“Unidad de organización dedicada a actividades industriales, mercantiles o de  prestación de servicios con fines lucrativos (RAE, el subrayado es mío)

También, en el contexto del blog, definíamos la Política como “el conjunto de acciones ejecutadas por las personas que la ejercen”.

La combinación de ambas definiciones es la que nos permitía establecer como Sujeto político a las organizaciones (Gobierno, Partidos, etc.) responsables, por tanto, de las acciones ejecutadas por las personas (los “políticos”) que las componen.

Viene ahora al pelo comentar la primera acepción del RAE para Empresa: “Acción o tarea que entraña dificultad y cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo”. No lo dudamos. Les compadecemos y si a la definición le añadimos “no lucrativa”, la clase política nos empieza a parecer hasta simpática.

Bromas aparte, extrapolemos el Objeto de la Empresa (conseguir la satisfacción de los requisitos, necesidades y expectativas de los clientes y partes interesadas) a la Política (obviamente, en el caso de la Empresa privada, los accionistas son parte interesada por estar “interesados” en obtener beneficios),

La descripción detallada del significado genérico y la inter-relación entre los cinco términos resaltados en verde se encuentra en las entradas del blog empresarial “Necesidades y Expectativas” y “Cumplir o No Cumplir”. (si no los ha leído, o no están frescos en su memoria, le recomendamos tenerlos a mano). Por lo tanto, sólo nos queda extrapolar su aplicación al ámbito de la Política (se presenta una relación no exhaustiva a modo de ejemplo):

  • Requisitos: Presupuestos generales, Programas electorales, Estatutos y cualquier otro documento público que establezcan sus compromisos.
  • Necesidades: Las básicas establecidas en la Constitución (vivienda, educación, salud, trabajo, etc.).
  • Expectativas: Oportunidades de mejora personal y familiar, igualdad de oportunidades, confianza en la función pública, transparencia en la gestión, ausencia de paternalismo, comunicación veraz e inteligible, consideración, oposición constructiva, etc.
  • Clientes: La sociedad, dividida en electores (reales y potenciales) y simpatizantes (reales y potenciales).
  • Partes interesadas: Afiliados y empleados o funcionarios (no afiliados) de cualquier ente público.

Ahora, sustituyan, en el Objeto de la Empresa, los cinco términos resaltados y ya tenemos el Objeto y Alcance de la Política. Queda un poco largo, pero está bastante ajustado a lo que debería ser.

A partir de ahora, reflexionaremos sobre su cumplimiento mediante el comentario (evidentemente subjetivo) de sucesos extraídos de la realidad cotidiana.

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