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sábado, 29 de noviembre de 2014

¿Desahuciar el Senado?

El «Pleno» (¿ironía o sarcasmo?)
No me malinterpreten. Esto no es demagogia, ni barata ni cara. Esto es una foto. Es la realidad no virtual, Es lo que es. Porque, a pesar de que, en la mayoría de ocasiones ves lo que ves, no lo que es, éste no es el caso. La foto corresponde a la sesión del martes 25 de Noviembre cuyos créditos son los siguientes:

  • 18:30 de la tarde (no de la mañana; a esta hora sólo trabajan algunos (pocos) afortunados mortales con trabajo que deben fichar, clase a la que obviamente, no pertenecen los senadores);
  • Tema: desahucios y protección a los deudores hipotecarios;
  • Interpelador: Senador socialista Juan Manuel Fernández;
  • Interpelado: Luis de Guindos, ministro de Economía. 

Valoración cuantitativa de la foto:

  • Total sillones (contados por encima, muchos de perfil, con apariencia de haber sido abandonados a la carrera) = 149;
  • Total ocupados (esto es más fácil, porque hay menos) = 16;
  • Mesa: personas (creo);
  • Personal en actitud laboral activa estándar: 2 estenotipistas (supongo) con las manos sobre el instrumento.

Valoración cualitativa de la noticia:

La primero que sorprende es la lamentable imagen de dejadez y superficialidad que transmite la foto, con absoluta independencia del contexto: sillones dejados de cualquier manera, espectacular vacío, cuatro personas tras una mesa presidiendo la nada y un ponente mirando sus papeles, quizá evitando dirigir la mirada al deprimente agujero negro situado al frente.

A continuación sorprende que a esta sesión se le llame formalmente “Pleno”, no sabemos si en un intento deliberado de afirmar la indiscutible superioridad mental de la Cámara y marcar el terreno sobre la sufrida, ignorante y sumisa ciudadanía o de simple exhibicionismo impúdico de la impunidad con que se ejecuta el no-trabajo de senador. 

Pero estas consideraciones quedan empequeñecidas cuando el propio interpelador «resta importancia a las ausencias al justificar que muchos parlamentarios siguen haciendo trabajo y reuniones en su despacho aunque no estén presentes en el plenario y que imágenes de este tipo no “hacen justicia” a la realidad de la Cámara». Caramba con el senador socialista. Aunque así fuera. ¿Qué clase de justificación es esa? A este respecto, la noticia (1) precisa: «Hay que recordar que durante los plenos de los martes por la tarde no hay ninguna otra comisión que esté trabajando en paralelo».

Ciertamente, lo que no hace justicia es la insensibilidad del conjunto de senadores hacia sus representados en general y hacia los afectados por el lacerante problema de los desahucios y de los deudores de hipotecas en particular. Porque si hiciera (o hubiera) justicia, su ausencia debería ser permanente, por suspensión de empleo y sueldo, como cualquier hijo de vecino que no asiste a su trabajo. Y todo ello, en un momento especialmente caliente por el tema de sus privilegios en desplazamientos sin control a cargo del erario público, que los tiene en el punto de mira de los medios y de la ciudadanía. ¿Tanto les cuesta aparentar un poco de formalidad parlamentaria?

Después no les extrañe que las voces que claman por la desaparición del Senado vayan en aumento, esté donde esté, aunque sea en Barcelona, última ocurrencia de nuestro eficiente gobierno. En resumen, tras este «pleno» vacío sobre desahucios, queda palmaria y objetivamente claro que el tema no les interesa demasiado, por lo que mi necesidad de desahogo me lleva a aventurar que una buena solución para resolver este caro exhibicionismo pseudodemocrático sería proceder a su desalojo y desahucio de forma inmediata. El sistema no debería notarlo demasiado y la ciudadanía se ahorraría espectáculos inmorales como el comentado (el ahorro económico no está garantizado, porque, con toda seguridad, será reabsorbido por el sistema). La Calidad mejoraría un infinitésimo y la Excelencia, hoy bajo mínimos perceptibles, ni se enteraría. Como casi siempre. 

Notas:
  1. El Confidencial, 26-11-2014.

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