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martes, 15 de mayo de 2012

NC4 - Eternidad :-(

Según Montaigne "es más aventurado escribir sobre el presente que sobre el pasado" y lo justifica en que los hechos del presente están frescos en la memoria del lector, lo que exige un plus de objetividad, mientras que en la descripción de los hechos del pasado, la fiabilidad es la de la fuente y podemos argumentar que "es una verdad prestada".

Pienso que no le falta razón. Es lo que pretendo hacer en este blog: tratar "sucesos" de actualidad e intentar ser objetivo, reflejando la literalidad de la noticia y obviando cualquier interpretación subjetiva. Pero el tema de hoy es híbrido. La noticia es actual, pero se refiere a hechos acontecidos en el pasado, cuya fiabilidad, pese a ello, resulta indiscutible. Es una excepción que confirma la regla, a pesar de lo cual, la combinación de ambos hechos entra de lleno en el alcance del blog y, como anticipa el título, nos mete de lleno en terrenos de gran calado filosófico (casi metafísico, diría yo). Como siempre, empecemos con la fría descripción de los hechos.

El día 11 salta en toda la prensa escrita, radio y TV, la siguiente noticia "Dos mil ayuntamientos no saben cómo pagar su deuda". El responsable de comunicar tan sorprendente "suceso" no es cualquiera. Ni más ni menos se trata del secretario de Estado de Administraciones Públicas. Para poner de manifiesto la gravedad de la situación nos ilustra con la no menos estupefaciente información de que un ayuntamiento de Guadalajara (pudorosamente, como nosotros, evita nombrarlo) ha ¿planificado? la devolución de su deuda en ¡¡7.058 años!! (los signos de puntuación son licencias ortográficas mías; ni gritó más ni alteró el gesto). El mismo día, la inmediatez de la radio sacia nuestra filosófica ansia de comprender lo inconmensurable con una entrevista al alcalde responsable de tamaña hazaña, en la que nos obsequia con la siguiente frase textual: "hemos tenido mala suerte por como ha venido el tema de la construcción". Doy fe. Yo lo he oído.

Habrán observado que la "fría" descripción de los hechos no lo ha sido tanto. No lo he podido evitar. Resulta imposible mantener la cabeza fría ante tamaña sucesión de barbaridades. Para calibrar el impacto en la opinión pública y publicada les emplazo a entrar los términos "7058" , "deuda" y "Guadalajara" en Google (21.000 resultados) y Twitter. Podrán encontrar opiniones de toda índole. Desde las más disparatadas hasta las de los afectados directamente por el desaguisado: los vecinos del pueblo (muchos de ellos también proveedores) a los que les nombramos desde aquí y ahora clientes políticos de honor como integrantes del entorno próximo.

Olvídense de la burbuja inmobiliaria. Mi análisis es el siguiente: el anterior alcalde de un municipio de 3.500 habitantes acumuló durante su mandato una deuda de 16 millones de €; la actual alcaldesa, requerida por el Gobierno a presentar un plan de pago de sus deudas, ha hecho los deberes (lo que la honra; de hecho, el Gobierno lo ha exigido a todos los ayuntamientos del Estado y más de 2.000 ¡ni siquiera han respondido!) y ha presentado un plan cuyo análisis por el Gobierno (tan simple como efectuar una sencilla división entre la deuda y los ingresos reales del municipio) ha dado como resultado la cifra de 7.058 años. Es decir: la Eternidad. Sin comentarios. Ignoro cómo se lo ha tomado realmente el secretario de Estado, pero su actitud (eminentemente "política") comunicando tamaña sandez a los cuatro vientos, sin ponerse colorado ni tartamudear ostentosamente, es otro lamentable caso de incumplimiento de mis expectativas.

Y qué decir de la justificación pública y radiada del anterior alcalde. ¡Se lo achaca a la mala suerte! "por cómo ha venido el tema de la construcción". Es decir, el tema de la construcción va y viene. Y, al parecer, el problema reside en cómo ha venido. ¿Debemos suponer que con algo más de suerte sólo tardaría 3.000 años? Si quieren llegar al fondo de esta peregrina frase con más hechos y datos técnicos (yo no los necesito), están publicados con todo lujo de detalles (videos con las entrevistas, ingresos reales, subvenciones, infraestructuras sobredimensionadas, etc.).

Resumamos. Ha vuelto a suceder. tres sujetos políticos pertenecientes a los dos partidos principales han incumplido mis expectativas: el alcalde anterior (partido de la Oposición, antes del Gobierno) por despilfarro, imprevisión, superficialidad y la introducción en la política del imaginativo concepto de "suerte"; la alcaldesa actual (partido del Gobierno) por confeccionar y presentar un plan cuya ejecución resulta metafísicamente imposible y el secretario de Estado (Gobierno) por fingir normalidad en una situación esperpéntica aplicando a la clientela la correspondiente dosis de tutela paternalista. Otro ejemplo palmario de No Calidad y No Excelencia.

Hoy me ha quedado largo. Aunque, afortunadamente, no tan largo como el plazo de amortización.

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