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jueves, 27 de septiembre de 2012

La No Conformidad Absoluta. :-D

Hasta aquí hemos llegado. No voy a tomarme la molestia de explicar en detalle las causas. Sería imposible o, mejor dicho, la historia interminable. Sólo, por coherencia conmigo mismo (y con los bienaventurados que me han leído alguna vez), dejaré una reflexión.

NOTA: Cualquier relación entre el T-rex y la política
será de exclusiva responsabilidad del lector
Como se puede ver en el título, esbozo una carcajada. Esto lo resume todo. Calidad y Excelencia Política. Una incongruencia de alcance metafísico. He llegado a la conclusión de que la política (con minúsculas y reducida a la mínima expresión plástica) es absolutamente incompatible con la Calidad y la Excelencia. Final de trayecto. Liberación. Catarsis (en la acepción RAE: Expulsión espontánea o provocada de sustancias nocivas al organismo).

No deja de ser sintomático que el último artículo recibiera la calificación de Punto Fuerte y planteara la pregunta (me la planteara a mí) ¿Esperanza o Ingenuidad? Ya tengo la respuesta: Ingenuidad absoluta. Se me ha quedado cara de tonto. Preguntaréis: ¿Ha existido un suceso catalizador o desencadenante de esta revelación?  Pues claro, pero me lo reservo.

Me he liberado. En el fondo es una postura egoísta. Me da pereza seleccionar un tema para el artículo. Es agobiante. Hay demasiados. Dejemos a la política que se las tenga consigo misma. Es un concepto endogámico que se autoalimenta en un proceso recursivo sin ninguna interacción con el medio. Es decir, con sus clientes. Es decir, con la sociedad entera.

Es un sistema cerrado. Por lo tanto, silencio.

"De lo que no se puede hablar hay que callar" (Wittgenstein)